Tuve tres ocasiones para encontraro: en mi primera visita a Chiapas (1979) en la cual conocí el labor extraordinario que se hizo en Chiapas; otra vez hacia 1998 cuando acompañé una delegación canadiense para mostrar nuestra solidaridad; y otra vez en algún momento de los 2000 cuando lo encontré en la Ciudad de México donde vivió después de pasar la responsabilidad para la diócesis a otros. (Sin embargo mantuvo su presidencia del Centro Bartolomé de Las Casas para los derechos humanos.) Estuvo todavía bien aún con problemas de salud.
Estoy de duelo. Sin embargo siento que su presencia seguirá siendo muy fuerte y no sólo en Chiapas. ¡Que él nos acompañe en el camino hacia ese otro mundo posible"!
Para saber un poco más sobre su vida y muerte,vea por ahora el artículo en El Pais.
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